Si algo va quedando cada vez más claro en las últimas horas, es que los riesgos que corre el Gobierno, y sobre todo los argentinos, no son exclusivamente de orden electoral como viene afirmando el oficialismo.
Es obvio, y ya se explicó en ediciones anteriores de esta columna, que las elecciones en este país, donde se suele jugar a todo o nada, incorporan dosis de incertidumbre económica que no se verifican en otras latitudes. Pero las noticias recientes vienen a confirmar ahora que al riesgo electoral hay que sumar enormes dudas sobre el futuro de la gestión política de la administración Milei, tanto en lo que falta para las elecciones y sobre todo después; a la vez que se blanquean problemas económicos en la macro y en la micro que lucen muy lejos de estar saldados.
Riesgo electoral