El domingo, a la misma hora del corro, se celebraba en Zamora, en el pueblo donde nació el creador de la Enciclopedia Álvarez (Ceadea), un homenaje al maestro. Allí se comprobaba el indeleble recuerdo que muchos alumnos guardan de sus buenos maestros pero, sobre todo, el orgullo de muchos maestros que allí acuden al escuchar palabras de homenaje de aquellos a los que enseñaron: «No te imaginas lo que significa para mí escucharlo, me voy emocionada», decía una de ellas. En la lucha siempre hablamos del pueblo que defienden los luchadores, el suyo, el de sus padres o abuelos... pero hay ocasiones en las que los luchadores se ponen «ante sus alumnos» que sentados en primera fila les miran como diciendo:«Haz ahora lo que me dices a mí». En Matallamna le ocurría a Sergio, el de Grandoso, La Sae

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