El nombre del nervio vago proviene de la palabra latina que significa vagar, en el sentido de que ‘vaga’ por nuestro cuerpo debido a su extenso recorrido anatómico. Pero está muy lejos de ser ‘holgazán o perezoso’, ya que es uno de los nervios más ‘trabajadores’ al encargarse de controlar a numerosos órganos.
“Si respiramos voluntariamente por la nariz de forma lenta y profunda tomamos las riendas de nuestro sistema nervioso, dejamos de estar presos de nuestras emociones y estamos estimulando nuestro nervio vago”, explica Antonio Valenzuela, fisioterapeuta y especialista en terapias manuales.
“El nervio vago es el componente del sistema nervioso autónomo que se activa ante los peligros y se relaja en situaciones de calma. En condiciones óptimas, este nervio craneal nos lleva de un estado