Eran poco más de las 14.30 de la tarde del 28 de agosto cuando un hombre de 60 años de edad y nacionalidad china irrumpió alterado en un bazar asiático del barrio valenciano de San Marcelino para pedir ayuda. "Corre, llama a la policía", gritó al dependiente. El sexagenario venía de su piso, en el número 21 de la calle Tomás de Villarroya, en el barrio valenciano de la Creu Coberta, en cuyo interior yacían los cadáveres de su mujer y su nieta con evidentes signos de violencia. Las dos víctimas, de 62 y 10 años respectivamente, fueron asesinadas a cuchilladas a manos de la hija de la mujer, tía de la anciana, quien propinó 49 puñaladas a sus familiares tras sufrir un brote psicótico, justo antes de huir con su hija en un taxi rumbo a Castellón, donde horas después fue detenida. Esta s

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