Vitoria-Gasteiz
Familiares de un preso fallecido en el centro penitenciario de Álava reclaman al Gobierno vasco 105.016 euros de indemnización, al entender que su muerte se produjo “debido al consumo de cannabis que pudo adquirir en el centro penitenciario de forma extraoficial, además de los medicamentos que tenía prescritos”. El Ejecutivo defiende la actuación de la cárcel, asegura que el acceso de sustancias prohibidas "es difícil pero no imposible" y sostiene que el joven consumió la droga que le causó la muerte "por su propia y libre decisión".
El 6 de febrero de 2024 el preso fue hallado muerto en su celda por dos funcionarios en el recuento de la mañana. Según el informe forense, la causa fundamental de la muerte fue "una reacción lesiva aguda inducida por el consumo combinado de