Superada la ola de calor , sigue haciendo calor. En concreto, bochorno, la espesa mezcla de temperatura alta y humedad elevada. Eso sí, como por las noches no bajamos de 24 grados en el culo de la olla de Barcelona, nuestras veladas nocturnas tienen la consideración de "tropicales". Cosas de meteorólogos.

El asunto no es para tomarlo a broma. No hay un acuerdo generalizado sobre el número de muertos que provoca el calor , pero sí estimaciones que hablan de centenares de muertes causadas directamente por las temperaturas cada vez más extremas. Y eso sin contar con los crímenes azuzados por el calor.

"Barcelona, segunda ciudad de Europa en mortalidad por calor", destaca un titular de La Razón . La primera ciudad en este caso no es Madrid, sino Milán .

El texto es de David Fernánd

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