(25 de agosto del 2025. El Venezolano).- Nicolás Maduro volvió a recurrir al pasado para intentar explicar el presente. En un acto desde el Legislativo, transmitido en cadena nacional, evocó la proclama de Cipriano Castro de 1902, cuando Venezuela enfrentó un bloqueo naval de potencias europeas. No es casual. Cada vez que la presión internacional se intensifica —esta vez por la amenaza de buques estadounidenses en el Caribe—, Maduro se aferra a la narrativa de la soberanía mancillada y del enemigo externo.
Por Miguel Henrique Otero.
La comparación con Cipriano Castro es, sin embargo, más reveladora de lo que el propio Maduro quisiera admitir. Castro no cayó por la intervención extranjera que denunciaba con ardor nacionalista. Su verdadero enemigo estuvo dentro de su propio círculo: Juan