El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha reconocido su preocupación por la situación en torno al conflicto del Sáhara Occidental, del que pronto se cumplirán 50 años, y por ello ha pedido a Marruecos y al Frente Polisario un "cambio de rumbo urgente" que impida una nueva escalada y que busquen una "solución política justa y duradera". Así lo ha hecho en su último informe sobre la antigua colonia española remitido al Consejo de Seguridad a finales de julio y que abarca lo ocurrido en relación con este contencioso en el último año.
En él, Guterres ha admitido que sigue "sumamente preocupado por la evolución de los acontecimientos en el Sáhara Occidental", tras constatar que sobre el terreno ha persistido en los últimos 12 meses "la tensión y las hostilidades de baja intensidad