En Argentina, l as promociones ya no sorprenden: se volvieron parte del paisaje habitual en muchos locales . Hace unos días, recorrí un comercio dond e casi el 90% de los productos tenían algún tipo de oferta: carteles con descuentos del 25%, 2x1, rebajas del 40%.
El color rojo de los carteles parecía decir que sólo el precio logra mover a los compradores. Entonces me pregunté algo incómodo: ¿todo tiene que estar en oferta para vender?
En el mundo del comercio y el marketing sabemos qu e las promociones son herramientas válidas . Sirven para activar la venta de productos, acompañar lanzamientos y competir con otras marcas. Pero, c omo toda herramienta, pierden fuerza si se usan todo el tiempo.
¿Sólo se vende si hay oferta?
Cuando las promociones se convierten en la regla y no