En su primera visita al Carlos Tartiere, Vinicius logró una cuota de protagonismo que se va convirtiendo en habitual para el brasileño, no por su juego, sino por su actitud sobre el campo. Lo primero es que Xabi Alonso lo dejó en el banquillo para el partido del Real Oviedo y el Real Madrid , algo nada habitual, y cuando saltó al campo a los 63 minutos, en sustitución de Rodrygo, ya recibió los primeros pitos de la afición oviedista.
Poco después vio una amarilla por simular penalti y eso le valió un sonoro «tonto, tonto» desde la grada, a la que el brasileño respondió con un gesto que ya había hecho en Mestalla o Vallecas en temporadas precedentes. Mostró dos dedos a los seguidores azules con el gesto de «a Segunda».
La acción provocó la cólera de los oviedistas que increparon al juga