Ciudad de México.- En Guanajuato y al menos ocho estados más, el crimen organizado ha consolidado un mecanismo de extorsión y control de precios que impacta directamente en la economía local.
De acuerdo con testimonios recogidos por El Universal , la práctica involucra a campesinos, locatarios, transportistas y, en algunos casos, incluso a autoridades, quienes reconocen que Michoacán, Guerrero, Tamaulipas, Veracruz, Durango, Oaxaca, Guanajuato , Morelos y Tabasco se encuentran bajo este esquema de presión.
El patrón es claro: las células criminales imponen incrementos en productos básicos como alimentos, materiales de construcción, combustibles y hasta útiles escolares. Además, obligan a comerciantes a adquirir mercancía robada o canalizan la venta a través de redes de comercios i