Cuando la ambición desmedida invade íntegramente cada espacio del corazón, el hombre está dispuesto a hacer todo lo que esté a su alcance, para ser reconocido como alguien que ha logrado escalar posiciones y que se encuentra en un lugar digno de elogios multitudinarios. En política, abundan este tipo de personas. El alpinismo social, es una de las formas que encuentran los políticos para acceder a las más altas esferas de poder, rodearse de las elites y sentirse superiores. Este deseo de llegar a las más empinadas cumbres es la dulce promesa de muchos candidatos para postular a un cargo público y es el sustento de muchos políticos para permanecer en él. Como la levadura, el escalamiento progresivo de posiciones, hincha el orgullo personal y el político siente con ardor el deseo de ser admi
ALPINISMO SOCIAL, columna de Alejandro Martorell

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