Fitch Ratings ha decidido mantener la calificación de largo plazo de Petroperú en ‘CCC+’, en medio de una crisis de liquidez y severas restricciones operativas. Este informe, publicado el viernes, señala que el Gobierno de Perú aún no ha establecido un respaldo más amplio para la empresa estatal, lo que genera incertidumbre sobre su capacidad para enfrentar los próximos vencimientos de deuda y sus necesidades inmediatas de efectivo.

Petroperú, que es completamente controlada por el Estado peruano, desempeña un papel crucial en el mercado de combustibles del país, operando las principales refinerías en Talara, Iquitos y Conchán. Según Fitch, la compañía atraviesa una de las crisis financieras más graves de su historia, con márgenes operativos reducidos y problemas logísticos recurrentes que han afectado sus proyecciones de generación de caja.

La calificación ‘CCC+’ refleja la metodología de Fitch para entidades vinculadas al gobierno, que combina el análisis del perfil crediticio individual de la empresa, evaluado en ‘cc’, con su importancia estratégica para el Estado peruano. La agencia advierte que los flujos de caja esperados para este año son insuficientes para cubrir los vencimientos de deuda, proyectando un EBITDA de solo 56 millones de dólares para 2025, frente a pagos de deuda de 175 millones para el mismo año.

Petroperú presenta un “burn rate” de aproximadamente 200 millones de dólares al mes, debido a la caída en la producción y la necesidad de financiar operaciones excepcionales. Al cierre de junio de 2025, la empresa contaba con solo 12,5 millones de dólares en caja, una disminución significativa respecto a los 130,8 millones reportados seis meses antes. Para enfrentar este déficit, ha recurrido a líneas de crédito revolventes por hasta 2.500 millones de dólares, muchas de las cuales provienen del propio Gobierno.

Además, Petroperú está en negociaciones para obtener préstamos asegurados de entre 200 y 500 millones de dólares con bancos internacionales. Sin embargo, Fitch aclara que el respaldo estatal ha sido limitado a requerimientos puntuales y no ha abordado la reestructuración profunda de la estructura de capital de la empresa, lo que podría llevar a un deterioro de la calificación si se inicia un proceso de incumplimiento formal.

La agencia también compara a Petroperú con otras petroleras estatales de América Latina, como ENAP de Chile y YPF de Argentina, destacando que estas empresas suelen tener vínculos más estrechos con sus gobiernos y mejores indicadores de gobernanza. La calificación soberana de Petroperú es más débil que la de la mayoría de estas compañías.

Fitch estima que el valor de recuperación en caso de liquidación de Petroperú sería de aproximadamente 4.300 millones de dólares, aunque la normativa peruana limita su calificación de bonos. Además, la empresa enfrenta desafíos adicionales relacionados con factores ambientales, sociales y de gobernanza, lo que afecta su transparencia y toma de decisiones.

La calificadora advierte que el mantenimiento del vínculo estratégico entre el Estado y Petroperú será crucial para la evolución futura de su calificación y la percepción de los mercados sobre la capacidad del país para sostener a esta empresa clave en el sistema energético.