Cuando un niño es separado de su familia por orden judicial, necesita un hogar que lo reciba y lo cuide temporalmente. En Chile, las familias de acogida cumplen esa misión, mientras se define si su cuidado será con la familia de origen, extensa o adoptiva.

Hoy la necesidad es urgente. Hay más de 700 niños y niñas entre 0 y 3 años en residencias a nivel nacional, y cada día ingresan al sistema de protección más menores de los que nacen en el país. Abrir el corazón y el hogar puede cambiar una vida.

La evidencia internacional es clara: cuando un niño crece bajo el cuidado de una familia de acogida, disminuyen los riesgos de deserción escolar, problemas de salud mental, explotación sexual e incluso el suicidio .

“ Ayudemos a que tengan la oportunidad de cambiar su historia ”, e

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