El presidente del Partido Comunista ha generado una nueva ola de incomodidad entre los principales miembros del gobierno y la campaña presidencial. En un reciente encuentro, el vocero de la candidata presidencial acusó que se está "aportillando" su candidatura, lo que ha desatado un debate interno sobre la estrategia electoral.
Por su parte, el nuevo ministro de Economía se pronunció sobre las críticas del presidente del Partido Comunista, afirmando que estas "no son adecuadas" en el contexto actual. La tensión entre las diferentes facciones del gobierno se intensifica, lo que podría afectar la cohesión del equipo en un momento crucial de la campaña.
Las declaraciones han llevado a cuestionamientos sobre la unidad del partido y su capacidad para enfrentar los desafíos electorales que se avecinan. La situación se complica a medida que se acercan las elecciones, y los líderes del gobierno deberán encontrar una solución para mantener la estabilidad interna.