Fernando Artese aún conserva el brazalete rojo que lo identificaba como el recluso número 71 de Alligator Alcatraz. El argentino, de 63 años, fue deportado de Estados Unidos el 31 de julio después de permanecer casi un mes detenido en el centro de detención para inmigrantes indocumentados de los Everglades, en Florida, famoso por encontrarse en medio de un pantano infestado de caimanes y serpientes.
Durante su detención, su esposa Mónica Riveira relató su historia a CNN y dijo que estaban viviendo “una película de terror”.
Ahora, desde Madrid, Fernando toma la pulsera plástica de la mesita de luz de un departamento de alquiler temporal y la exhibe en cámara, mediante una videollamada con CNN, como prueba irrefutable de lo que le tocó vivir. “La irracionalidad es algo que te pega fuerte,