CIUDAD DE MÉXICO.- Agregar una pizca de sal al café es una práctica poco conocida pero que cada vez gana más curiosidad entre los amantes de esta bebida. Aunque parezca extraño, la explicación está en la química: la sal tiene la capacidad de reducir la percepción del amargor y resaltar otros matices en los alimentos y bebidas. De esta forma, una taza de café muy cargado o preparado con granos de menor calidad puede volverse más suave y equilibrada.
Un truco para suavizar el sabor
Este truco no es nuevo. En algunas regiones del mundo, como Turquía, Escandinavia o el sur de Estados Unidos, el café con sal es una tradición cultural que ha pasado de generación en generación. La idea no es que la bebida sepa salada, sino que adquiera un sabor más redondo y menos áspero en el paladar. Bast