En 1994, Alianza Lima vivía años intensos dentro y fuera de la cancha. Entre los nombres que pasaron por Matute aquel año figura el del argentino Juan Carlos Kopriva, un mediocampista de carácter fuerte y juego aguerrido que supo ganarse un lugar en la memoria del hincha. Su paso fue breve, pero estuvo marcado por clásicos encendidos, momentos de tensión y un episodio que, para bien o para mal, quedó grabado en la historia del fútbol peruano. Tres décadas después, Kopriva analiza el éxito del cuadro íntimo de la mano de su compatriota, Néstor Gorosito.
“La verdad que complicado hacer un comentario con respecto a como veo el fútbol peruano hoy, porque si bien algunas veces puedes ver los partidos de Alianza acá por cable, uno también trabaja viendo los análisis de los rivales que va