El juez del Tribunal de Impugnación, Eduardo Raed, confirmó la condena de 3 años sin encierro que le habían impuesto al suboficial escribiente de la Policía Federal, Juan Ramón Aballay (51) por un grave episodio: haber apuntado con su arma reglamentaria a dos hermanitas (tenían 13 y 8 años), para que le dijeran donde estaba su padre mecánico. Incluso a la mayor llegó a ponerle el arma en las costillas y la cabeza, cuando la paseaba por toda la casa en busca del jefe de hogar, a quien le había transferido al menos $270.000, convencido de que el padre de esas niñas le iba a vender dólares un precio mucho menor que el del mercado. Era mentira y resultó estafado, porque los ciberdelincuentes le habían hackeado el aparato al mecánico.

Todo pasó cerca de las 20 del 11 de agosto del año pasado e

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