Treinta y seis años después de la invasión estadounidense a Panamá, el nombre de Manuel Noriega reaparece en los pasillos del poder, esta vez en Caracas. Las comparaciones con el autócrata chavista Nicolás Maduro se intensifican: un jefe de Estado convertido en enemigo público, acusado de narcoterrorismo y con su legitimidad internacional en entredicho.
La decisión del gobierno de Donald Trump de catalogar al presidente venezolano como líder del Cártel de los Soles marca un punto de inflexión. “Cuando Estados Unidos deja de reconocer a alguien como jefe de Estado y lo designa terrorista, se le arrebatan todas las prerrogativas diplomáticas y pasa a ser un prófugo”, explicó el internacionalista Luis Miguel Pérez Juárez para 24 HORAS. En su opinión, Maduro atraviesa un momento de “comportam