La trama se desató a raíz de un juicio laboral por el despido de una delegada de ventas de la farmacéutica implicada y que, a posteriori, se ha descubierto su vinculación con este suceso. La susodicha llevaba desde 2010 incumpliendo un contrato de exclusividad con la empresa. Así lo descubría un detective privado contratado por la misma que ratificó que la acusada ejercía como profesora en una autoescuela a la vez que ejercía su puesto en la farmacéutica.
Así, en la revisión del caso, el Tribunal Supremo ratificó el despido procedente y consideraba la existencia de indicios claros de que, desde el laboratorio se estaban realizando pagos hacia personal sanitario del Servicio Canario de Salud por la prescripción de medicamentos y vacunas de su procedencia. Además, se han localiz