Si hay un postre que nunca decepciona, ese es la tarta de queso al horno. Da igual si es para un cumpleaños, una cena con amigos o simplemente para darte un capricho un domingo: siempre conquista. Lo mejor es esa textura cremosa que se funde en la boca , con un centro suave que casi tiembla al cortarlo.

Y aunque pueda parecer complicado conseguir ese punto exacto, la realidad es que con unos cuantos trucos sencillos la puedes hacer en casa sin problema. Aquí te contamos cómo preparar la tarta de queso más cremosa al horno paso a paso.

Ingredientes (molde de 20-22 cm)

  • 500 g de queso crema (mejor que esté a temperatura ambiente)
  • 200 g de nata para montar (mínimo 35% de grasa)
  • 170 g de azúcar
  • 3 huevos grandes
  • 1 cucharada de harina o maicena (si quieres que quede más firme)
  • 1 cucharadita de vainilla
  • Una pizca de sal
  • Mantequilla para el molde Postres de queso
  • Paso a paso

    1. Precalienta el horno. Ponlo a 200 ºC mientras preparas la mezcla. Forra el molde con papel de horno y unta un poco de mantequilla.
    2. Bate el queso y el azúcar. Esto es importante: que quede una crema suave, sin grumos. Así conseguirás una textura más fina.
    3. Añade los huevos de uno en uno. No tengas prisa, mezcla bien cada huevo antes de echar el siguiente.
    4. Incorpora la nata y la vainilla. Hazlo despacio y sin batir demasiado, para que la masa no coja aire y luego no se agriete al hornearse.
    5. ¿Harina sí o no? Aquí decides: con una cucharada de harina quedará más compacta; sin ella, más líquida y casi tipo coulant.
    6. Al horno. Vierte la mezcla en el molde y hornea unos 40-45 minutos. La superficie debe estar dorada, pero el centro todavía tembloroso al moverlo. Ese “bailoteo” es la señal de que saldrá cremosa.
    7. Reposo. Apaga el horno y deja la tarta dentro con la puerta entreabierta 15 minutos. Luego sácala y deja enfriar. Lo ideal es meterla en la nevera unas horas (mejor de un día para otro).

    Trucos caseros para que quede perfecta

    • No te pases con el horno. Más vale sacarla un poco antes que dejarla seca.
    • El queso importa. Cuanto mejor sea, más sabor y cremosidad tendrás.
    • Paciencia al enfriar . Está claro que la tentación es grande, pero el reposo en la nevera marca la diferencia.
    • Personalízala . Puedes servirla con mermelada de frutos rojos, con fruta fresca o simplemente sola, porque de por sí ya es deliciosa.

    Conclusión

    La tarta de queso al horno cremosa es de esos postres que parecen complicados, pero no lo son. Con pocos ingredientes y un poco de mimo, consigues una delicia que hará que todos repitan.

    Cuando la saques de la nevera y la cortes, verás cómo el cuchillo se hunde suavemente en un centro meloso. Ese momento vale la pena, y más aún cuando das el primer bocado.

    Así que ya sabes: la próxima vez que quieras un dulce especial pero fácil, apuesta por esta tarta de queso. Es un acierto seguro.