Un brote psicótico por el consumo excesivo de droga. Este fue el peligroso escenario al que se enfrentaron unos agentes de la Guardia Civil en la localidad almeriense de Garrucha. Unos padres querían denunciar a su hijo por pero este hombre empleó toda su furia contra los funcionarios. Uno de ellos sufrió la amputación de unos de sus dedos a mordiscos, según adelantan fuentes policiales a LA RAZÓN.
Esta agresión ocurrió esta misma madrugada cuando una patrulla de la Guardia Civil se trasladó a la localidad de Garrucha . El aviso comunicaba que una persona estaba muy violenta en su domicilio por un supuesto brote psicótico. Cuando llegaron los funcionarios ya estaba en la vivienda el servicio médico asistiendo al hombre en una de las habitaciones.
Los intervinientes se entrevistaron