Un estudio de economía conductual reflexionó sobre la idea de que la disciplina para ahorrar, ejercitarse o planificar a largo plazo es solo una cuestión de fuerza de voluntad. Según las conclusiones de una investigación liderada por el economista Keith Chen de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) , la clave podría estar en algo mucho más sutil, como el idioma que hablamos.
El hallazgo sugiere que las personas que hablan lenguas que carecen de un “ futuro gramatical formal ” tienden a ser más responsables con sus finanzas y su salud. En otras palabras, la forma en que el lenguaje organiza el tiempo influye directamente en cómo sus hablantes se relacionan con él, según el artículo publicado en Psychology Today.
Para entender esto, Chen dividió los idiomas en dos cat