El uso de agua en proyectos industriales de gran escala promovidos en Aragón genera una creciente controversia al tratarse de un recurso crítico en tiempos de cambio climático. Los centros de datos están en el punto de mira de comunidades locales y colectivos ecologistas por el impacto en los recursos hídricos, especialmente en áreas propensas a la sequía, una crítica que las empresas tecnológicas combaten asegurando trabajar en soluciones sostenibles, con sistemas de refrigeración más eficientes, además de destacar los beneficios económicos de sus inversiones. El debate vuelve a situar a Calatorao en el centro de la conversación por el campus de datacenters que impulsa Blackstone en este municipio a través de QTS , su filial especializada en este suculento negocio.
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