Hace apenas una semana, Jannik Sinner (1º) encendía las alarmas en el mundo del tenis: debió retirarse de la final del Masters 1000 de Cincinnati ante Carlos Alcaraz (2º). Sin fuerzas y con visibles molestias físicas, no pudo continuar en el partido más importante del torneo. Sin embargo, tenía claro su objetivo: no arriesgar para llegar al 100% al inicio del US Open . Y, en ese sentido, siete días más tarde demostró que lo pasado, pisado. Tanto es así que arrasó en su debut ante Vit Kopriva (89º) por 6-1, 6-1 y 6-2 en 1h39m para comenzar con el pie derecho la defensa del título.
El hombre de acero lo hizo otra vez. Para el 99% de sus rivales parece inquebrantable, intocable. No logran ni incomodarlo. Los reduce a tal punto que deja expuestas las diferencias de nivel. Y no es