La mayoría de la Cámara Baja tumba las iniciativas del PP y critica la gestión de sus gobiernos en los incendios; Junts y Podemos se muestran críticos con Sánchez y le dan varios toques de atención en el inicio de curso político

La mayoría del Congreso critica la gestión de los incendios del PP y enfría el pacto de Estado propuesto por Sánchez

El eterno intento del PP de acorralar al Gobierno en el Congreso para reforzar su tesis de un Ejecutivo en descomposición volvió a toparse con el muro de una mayoría parlamentaria que se mantiene hostil al tándem político que en la práctica ejercen los populares con Vox. Para la vuelta de las vacaciones, Alberto Núñez Feijóo y los suyos habían preparado una ofensiva con la intención de aprovechar la reunión de la Diputación Permanente de este martes y reclamar una catarata de comparecencias parlamentarias urgentes a cuenta de la oleada histórica de incendios, la corrupción, la “crisis migratoria” o la mala situación del tráfico ferroviario. No consiguió sacar adelante ni una sola de sus iniciativas.

Nueve propuestas y las nueve, tumbadas. Ese es el balance de una jornada en el Congreso en la que volvió a operar como un resorte una realidad política que se repite desde hace años: cuanto más cerca de la ultraderecha, más aislado del resto de formaciones políticas está el Partido Popular. Es la aritmética que quedó constatada en las elecciones generales de julio de 2023 y la que aún opera hoy, dos años después, incluso con un Gobierno que atraviesa sus horas más bajas.

Los populares aterrizaron en el primer día de vuelta al trabajo tras un verano marcado por su resintonización con el discurso más derechista. Primero, de la mano de Vox en Jumilla para cercenar el derecho de los ciudadanos musulmanes a profesar su culto en espacios públicos municipales. Y después, a lomos del discurso ultra tras la oleada de incendios, para poner en cuestión el reparto competencial que vertebra el estado de las autonomías y contribuir al descrédito institucional para desgastar a Pedro Sánchez. Y el resultado fue el de tantas veces: que nadie en el Congreso, excepto Vox, le siguió los pasos.

De hecho, mientras el PP se empeñaba en señalar a la Moncloa, la mayoría de fuerzas parlamentarias arremetieron con dureza contra la gestión de los presidentes autonómicos del PP tras años de recortes en prevención de incendios. El diputado del PNV, Mikel Legarda, recordó que “las brigadas forestales han criticado a las comunidades por falta de previsión, de medios y materiales”, en referencia a los gobiernos del PP. Y criticó una estrategia “concertada” por la calle Génova que llevó a que “lo que hasta el 15 de agosto, para los responsables autonómicos, eran medios suficientes y trabajos coordinados de manera concertada se troca en falta de todo, falta de ayuda del Estado”. Legarda también lamentó “el rifirrafe político, lleno de toxicidad y ruido”.

También desde Sumar su portavoz parlamentaria, Verónica Martínez, acusó por ejemplo a Mañueco de “marcarse un Ventorro” en agosto “mientras ardían Las Médulas” por su ausencia durante los primeros días de la oleada de incendios más grande registrada en España. La dirigente de Sumar llegó a comparar así la gestión de Mañueco con la de Carlos Mazón durante la dana de València. Martínez criticó que el PP está ausente “cuando toca gobernar” y luego “aparece para la foto”.

Martínez también denunció el “fracaso absoluto de la Xunta de Alfonso Rueda” quien, dijo, “retira bomberos provinciales mientras exige efectivos al Estado”. La portavoz de los de Yolanda Díaz tachó la gestión de “nefasta” y lamentó la “transparencia inexistente”: “Maquilló datos y ocultó cifras”, sostuvo sobre el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.

En un sentido parecido se pronunció Podemos. Su líder, Ione Belarra, interpeló al PP para asegurar que “otros tiran la cerilla”, pero que ellos “echan la gasolina”. Belarra comparó la de los incendios con otras crisis pasadas, como “el Prestige, la gestión homicida de Ayuso con las residencias o de Mazón con la dana”. Y lamentó los recortes del partido de Alberto Núñez Feijóo: “Solo entre 2023 y 2025, en dos años que gobiernan las principales comunidades, han recortado un 28% los servicios de prevención, un 8% los servicios de extinción, 1.000 plazas menos en brigadistas y agentes forestales: 450 en Andalucía, 250 en Galicia, 200 en Castilla y León. 150 en Madrid. 300 en el País Valencia”, enumeró. Desde ERC, Teresa Jordá le recordó al PP que las competencias en materia de lucha contra el fuego son autonómicas, y advirtió contra quienes quieran aprovechar la actual crisis para “hacer una recentralización”.

Enfrente, desde el PP, su portavoz Ester Muñoz acusó al Ejecutivo de “poner palos en las ruedas” de las labores de extinción contra los fuegos que han arrasado más de 400.000 hectáreas este verano, un dato nunca antes registrado, y deslizó que el Ejecutivo no ha puesto todos los medios materiales y humanos a disposición de las autoridades autonómicas por cálculo político. “Los medios no son del Gobierno, son de los españoles”, dijo.

El caso es que solo el PP y Vox votaron a favor de las nueve peticiones de comparecencias de ministros en el Congreso, tras haber citado a varios de ellos en el Senado. En tres de ellas, por cierto, contaron con el respaldo de Junts, uno de los socios intermitentes del Ejecutivo. Los de Puigdemont respaldaron la petición de comparecencia del ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, para hablar de la situación del fiscal general, aunque desde Junts matizaron que su intención es que se hablara sobre el Tribunal Supremo. También respaldaron la del ministro de Transportes, Óscar Puente, para valorar la situación ferroviaria, y la de la titular de Defensa, Margarita Robles. En todas esas votaciones Junts sabía que su voto a favor no era decisivo para asestar una derrota parlamentaria al Gobierno.

Críticas al Ejecutivo

Que la mayoría del Congreso no respaldara las tesis del PP no evitó, no obstante, que varios de los socios de Pedro Sánchez lanzaran toques de atención al Ejecutivo en forma de críticas. Tanto Sumar, como ERC y Podemos pusieron en duda que se pueda lograr el pacto de Estado para luchar contra las consecuencias del cambio climático planteado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

La diputada republicana, Teresa Jordá, pidió que se ponga en marcha “un fondo forestal que permita una inversión estable en todos los territorios”, mientras Verónica Martínez, de Sumar, se mostró “escéptica” porque “el PP no iba a comprometerse”. “Se han lanzado de cabeza al negacionismo de Vox y alimentan bulos como la trama incendiaria. ¿Quién se va a creer que son capaces de una política climática seria?”, dijo.

Más dura fue Belarra, que aseguró que “frente a sus recortes, frente a las privatizaciones y el desmantelamiento de lo público” del PP, hay “un Gobierno que no hace lo que tiene que hacer”. “El PSOE cava y cava en el pozo en el que estamos”, sostuvo. La líder de Podemos reclamó reformar la ley de bomberos forestales para mejorar sus condiciones y rechazó un pacto de Estado porque “no valdrá para nada”. “Se gastan el dinero que tendría que ir a reforzar servicios en el plan de rearme más grande que ha tenido el país”, insistió en sus tesis sobre los compromisos adquiridos con la OTAN.

Desde el Gobierno, tanto la portavoz del Ejecutivo como el ministro del Interior hicieron una defensa cerrada en la rueda de prensa del Consejo de Ministros del pacto de estado propuesto por Sánchez en busca de ajustar la respuesta a emergencia climática derivada del calentamiento global. “Lo que no esperan los ciudadanos es que entremos a ningún tipo de refriega política. No vamos a entrar a ningún tipo de confrontación”, dijo Pilar Alegría, que se abrió incluso a estudiar la batería de medidas propuesta por Feijóo. “Las vamos a estudiar, bienvenidas sean. Las del PP y las del resto de grupos políticos. Porque es necesario trabajar por ese acuerdo”, aseguró respecto al pacto de estado.