El recuerdo del año pasado pesa. Superado el COVID, parecía que nada podía evitar que se celebrase cada año la tradicional travesía a nado de San Amaro , pero llegaron las carabelas portuguesas y los encargados del Club del Mar decidieron no arriesgar y suspender la competición que, desde hace 82 años, se había convertido en una de las señales del fin del verano en A Coruña. La cancelación de la prueba generó frustración entre nadadores y organización. Pablo Canosa , director general del Club del Mar, explica que la lección está aprendida para este domingo: «Este año, en lugar de improvisar, preferimos evaluar un par de días antes e incluso valorar la posibilidad de cancelar con tiempo. Si hiciera falta, podríamos mover la prueba a otro día». Esa flexibilidad nace de la experiencia

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