El próximo 28 de agosto, Konami pondrá en el mercado Metal Gear Solid Δ: Snake Eater , remake del legendario videojuego lanzado en 2004 para PlayStation 2. La nueva versión llega con un envoltorio técnico renovado gracias a Unreal Engine 5, mantiene intacta la historia de orígenes de Big Boss y ofrece modos de control modernos.
Sin embargo, lo que debía ser una celebración de uno de los juegos más influyentes del género sigiloso ha generado un debate crítico : ¿es un homenaje impecable o un ejercicio demasiado reverente que renuncia a innovar?
El núcleo argumental permanece intacto: en plena Guerra Fría, el agente Naked Snake debe infiltrarse en territorio soviético para frenar la amenaza del arma nuclear Shagohod y enfrentarse a la legendaria The Boss, su antigua mentora.
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