La Justicia argentina está detrás de la pista del cuadro “Retrato de una Dama”, del artista italiano Giuseppe Ghislandi, propiedad de un galerista judío y que Holanda reclama como robado hace 80 años por un oficial nazi que huyó a Argentina tras la Segunda Guerra Mundial.
La pintura fue descubierta por las fotos publicadas para alquilar la casa donde reside una de las hijas del ya fallecido exoficial nazi Friedrich Kadgien, señalado como un estrecho colaborador de Hermann Göring, alto mando del Tercer Reich.
El caso revela un nuevo capítulo de la historia sobre la huida de nazis a Sudamérica en los 50, con la complicidad de los gobiernos locales que les permitieron radicarse y continuar con sus vidas sin rendir cuentas por los crímenes de guerra.
Por sospecha del delito de encubrimiento