A seis días del estallido de la peor crisis libertaria, desatada por los audios sobre supuestas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), ya no hay una estrategia unificada en el Gobierno para controlar daños. En cambio, las distintas alas -a veces enfrentadas- del oficialismo ensayan discursos incoherentes entre sí, cambian el eje con el paso de las horas y apuntan en variadas direcciones.

Javier y Karina Milei siguieron como siempre con sus actividades de campaña y gestión, pero nada dijeron del caso. Y el vacío comunicacional que dejaron, sumado a las internas entre el sector del asesor Santiago Caputo y los Menem generaron un desorden discursivo que, por ahora, el oficialismo no logra cohesionar.

El sector del asesor, que suele lidiar con las situaciones de crisis,

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