¿Se imagina una empresa familiar de origen neerlandés, inglés y keniano que ahora produzca y exporte flores colombianas, además de tener un hato ganadero y contribuir a la reforestación del país? Esto es lo que hace Florius, que llegó a Colombia en 2017, pero fue hasta mayo de 2018 que formalizó su registro ante la Cámara de Comercio. De acuerdo con su gerente, Julián Pérez, se enfocan en verónicas, hypericum y están comenzando a introducir nuevas variedades como el eupatorium.
Con esta introducción podría parecer que la empresa lleva muchos más años de los que en realidad ha funcionado, pues tan solo con 29 años en el mercado y ocho años en Colombia ha logrado destacar no solo por su producción de flores frescas, sino también por el cuidado que le dedica a cada momento del proceso, des