Una investigación aclara algunos puntos relacionados con la icónica señal "Wow!", identificada en 1977: aunque la señal de radio aún sigue siendo un misterio con relación a su origen, el nuevo estudio demuestra que fue mucho más potente y delimita con mayor precisión el sector del cosmos del cual habría provenido.

La señal “Wow!”, detectada en agosto de 1977 por el radiotelescopio Big Ear de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, sigue siendo uno de los enigmas más fascinantes de la búsqueda de inteligencia extraterrestre. Ahora, un nuevo análisis dirigido por el Laboratorio de Habitabilidad Planetaria (PHL) de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo revela que aquella breve emisión de radio fue aún más intensa de lo que se creía y ofrece una localización mucho más precisa

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