“No puedo enseñar nada a nadie. Solo puedo hacerles pensar”, es una frase que se le atribuye a Sócrates y que impacta de forma directa con el reciente estudio publicado en el Journal of the American Philosophical Association .
Una investigación realizada por Michael Prinzing y Michael Vazquez destaca que aquellos universitarios que estudian filosofía desarrollan un pensamiento crítico mucho “más afilado” que resulta vital para estos tiempos donde parece que pensar es “una nueva habilidad necesaria”.
Pero no solo la diferencia está en lo crítico y reflexivo sino que también se destacan la curiosidad y la apertura mental. Si bien, a simple vista este vínculo podría parecer obvio con “el amor a la sabiduría”; resulta interesante entender qué es aquello que pudo ponerse en evidencia