El endurecimiento de la política monetaria del Banco Central, con el cambio en el cálculo de encajes ahora medidos a diario, generó un fuerte movimiento en el mercado financiero. Como resultado, la tasa de interés promedio para plazos fijos a 30 días alcanzó el 51,3% anual, cuando hace apenas diez días rondaba el 43% y un mes atrás estaba en 33%. La magnitud del salto refleja la presión de la liquidez sobre las entidades y la estrategia de absorción de pesos que busca sostener la autoridad monetaria en un contexto de alta inflación y tensión cambiaria.
Dentro del sistema financiero, los bancos privados fueron los primeros en trasladar la suba al ahorrista. El Galicia paga entre 50% y 58% según el perfil del cliente, mientras que el Macro ofrece tasas de entre 53% y 56%. Otras entidades co