La cara que mostró Marcelo Gallardo después del empate agónico de Lanús y posterior finalización de partido fue el principal síntoma de cómo todo River abandonó La Fortaleza el pasado lunes. El equipo muleto estuvo demasiado cerca de llevarse tres puntos valiosos en condición de visitante, pero tuvo que conformarse con una única unidad.
El desafío para el plantel Millonario será dar rápido una vuelta de página ya que mañana tendrá una prueba más importante por su significación inmediata: en Mendoza lo espera Unión para dirimir el pasaje a los cuartos de final de Copa Argentina, uno de los objetivos del entrenador de acá a fin de ella. Teniendo en cuenta lo que estará en juego durante solo 90 minutos, la intención es apostar por un 11 mucho más titular que el que enfrentó al Granate.