Muchas parejas tienen desacuerdos y problemas de comunicación, lo que genera entre ellas discusiones acaloradas y peleas. Lamentablemente, estas discusiones pueden darse en la presencia de los hijos, o sino es en su presencia, la discusión puede llegar a ser tan acalorada que los gritos resuenan en la casa, estando igual los hijos expuestos a escucharlas.
Otra modalidad en el que el desacuerdo es llevado al extremo, es cuando los padres se retiran la palabra y los hijos presencian la falta de comunicación entre ellos. Es más, algunos padres usan a los hijos de intermediarios para mandarles mensajes a sus parejas. Sea una situación u otra, peleas acaloradas o quitarse el habla, el efecto negativo en la vida de los hijos es tangible.
El impacto varía según la intensidad de las discusiones,