Dice Manuel Otero , bodeguero, dueño de Encima Wines , que el pasado domingo notó a Risto, su burro, más agitado de lo normal. Estaba inmóvil, con las orejas tiesas, mirando fijamente en la misma dirección, a las montañas. "Eran las tres de la tarde, yo no suelo ir los domingos, pero tenía que darle unas cajas de vino a un cliente que se iba de viaje y, cuando nos íbamos, vi a Risto en una actitud que no era normal . Estaba errático. Pensé ¿qué le pasara?", explica Manuel a EL PERIÓDICO.

"Fuimos hasta él y al poco tiempo, en la dirección qué él miraba, intuimos el fuego y el humo y más tarde el crepitar del monte que se quema. Él nos dio la alarma y pudimos empezar a actuar más rápido", revela Manuel, cuya bodega se encuentra en pleno campo, a un kilómetro de Molinaseca (8

See Full Page