Madrid, Esp.- Madrid cierra una página de su historia: ha muerto el último sereno , que recorrían las calles del barrio y abrían los portales de las casas a los madrileños que trasnochaban, un oficio que comenzó en el siglo XVIII pero que desaparecido hace años y que era parte de la convivencia y de la seguridad de los vecinos.
El último representante de este oficio, Manuel Amago Fuertes , figura entrañable para generaciones de vecinos de la capital, falleció la noche de ayer martes a los 98 años , según confirmaron a EFE fuentes familiares.
Amago ejerció durante más de medio siglo de sereno , un oficio que marcó la vida cotidiana de los madrileños y que desapareció oficialmente en 1986.
A los serenos les pagaban los vecinos y comerciantes de las calles donde ejercían su ofi