Durante la última década, construir aerogeneradores en el mar se vislumbraba como un cambio decisivo para la transición energética en Europa. En mitad del mar, donde el viento sopla con más fuerza y constancia, la promesa era garantizar más electricidad limpia y competitiva a gran escala. Sin embargo, esa esperanza se está deshaciendo bajo una tormenta de incertidumbre.

La crisis en el viejo continente. La gran apuesta europea por la eólica marina se ha topado con una realidad incómoda: las subastas empiezan a quedarse vacías. En Alemania, dos zonas del mar del Norte con 2,5 GW de capacidad no despertaron interés . Dinamarca ofreció 3 GW y tampoco hubo postores . Y en Reino Unido, la quinta ronda de contratos por diferencia (CfD) fracasó porque el precio máximo fijado no cubría los

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