Por STEPHEN GROVES
WASHINGTON (AP) — Los demócratas se sumieron en una crisis política, especialmente divididos en temas de inmigración y seguridad fronteriza, tras su contundente derrota el año pasado en una elección en la que el presidente Donald Trump convirtió a la mano dura en inmigración en un pilar de su campaña.
Eso podría estar cambiando.
De Nueva York a California, los legisladores demócratas hablan cada vez más sobre sus planes de inmigración, acudiendo a centros de detención para supervisar las condiciones y, en ocasiones, enfrentándose a agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Esto dirige la atención a la agenda de Trump para deportar a millones de personas y sugiere que los legisladores demócratas se sienten envalentonados para contra