El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo advierte de la necesidad de proteger frente a la radiación solar, "más invisible" que el calor, pero que causa importantes daños en la salud
Trabajar bajo el sol causa una de cada tres muertes por cáncer de piel distinto al melanoma
El calor es un riesgo laboral cada vez más evidente, debido al aumento de temperaturas extremas, que ha causado el fallecimiento de varios trabajadores por golpes de calor este año. Sin embargo, hay otro peligro muy relevante, que se agudiza también en verano, y pasa desapercibido en muchas ocasiones: la radiación ultravioleta. “Es muy invisible, falta mucha concienciación y prevención”, destacan en el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), que recuerda que la exposición prolongada a la radiación solar durante la jornada laboral “incrementa un 60% el riesgo de desarrollar cáncer de piel”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“La radiación ultravioleta no se percibe, como ocurre con otro tipo de radiación, como la infrarroja. No se nota como calor, es algo más invisible y muchas veces la persona solamente se da cuenta de ella cuando ya tiene algún daño. Cuando ya se ha producido una quemadura, que es lo más inmediato, o cuando hay daños mucho más graves”, explica Isabel Lara, experta del INSST en este riesgo laboral, que destaca que hay muchas medidas que pueden –y deben– implantar las empresas para proteger a las personas trabajadoras.
El INSST, un organismo científico técnico dependiente del Ministerio de Trabajo, ha lanzado este año una segunda campaña sobre la radiación ultravioleta, que recuerda que “penetra en la piel y puede causar daños sin que se note de inmediato”. De hecho, la exposición a los rayos ultravioleta “es acumulativa”, por lo que en ocasiones no existen lesiones instantáneas, pero sí se desarrollan a largo plazo. Entre ellas, el “envejecimiento prematuro de la piel, daños oculares (como cataratas) y mayor riesgo de cáncer de piel”, alerta el INSST.
Una de cada tres muertes por cáncer de piel es laboral
La OMS y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicaron en 2023 un estudio que puso cifras a los daños de la exposición laboral prolongada al sol. Y no son en absoluto menores. Ambos organismos de Naciones Unidas estimaron que casi una de cada tres muertes por cáncer de piel distinto al melanoma se debe al trabajo bajo el sol. La investigación, publicada en la revista Environment International , advirtió además de que estas muertes casi se duplicaron en los últimos 19 años. “Aumentaron un 88%, de 10.088 muertes en 2000 a 18.960 muertes en 2019”, destacó la OIT.
Pese a las evidencias, en España el cáncer no está considerado una enfermedad profesional. “El problema fundamental es la falta de reconocimiento del origen laboral del cáncer de piel, que es algo que estamos luchando en el instituto a nivel estatal. En Europa ya se están haciendo reconocimientos en algunos países, por ejemplo en Dinamarca y en Alemania, que tienen unos algoritmos que calculan, en función del tiempo que se ha trabajado al aire libre, qué porcentaje puede dar lugar a que el cáncer de piel desarrollado sea atribuible al trabajo”, explica Isabel Lara.
Los colectivos de mayor exposición a la radiación solar pertenecen a sectores muy masculinizados, como la agricultura, la construcción y la pesca. La mayoría de los cánceres aparecen en trabajadores hombres mayores de 55 años
Que no se reconozca el origen laboral de estos cánceres de piel provoca dos perjuicios, fundamentalmente. Por un lado, las personas afectadas por la enfermedad no ven mejorada su protección social, ya sea con mayor cuantía en las bajas por incapacidad laboral o en las pensiones de viudedad u orfandad para sus familiares, en caso de fallecimiento. Tampoco se pueden reclamar indemnizaciones a las empresas si ha existido falta de prevención. Por otro lado, esta información no puede utilizarse para mejorar la prevención de las personas trabajadoras que siguen expuestas, y que en algunos casos seguirán enfermando y, en el peor de los casos, muriendo.
Los trabajadores en mayor riesgo son hombres, ya que “los colectivos de mayor exposición a la radiación solar pertenecen a sectores muy masculinizados, como por ejemplo la agricultura, la construcción, el trabajo en carreteras y la pesca”, explica Isabel Lara. “La mayoría de los cánceres aparecen en trabajadores hombres mayores de 55 años”, añade la experta.
En ocasiones, la “masculinidad hegemónica” actúa como una barrera a la protección solar, lamenta Lara. “Depende mucho del sector. Hay algunos, como los deportistas, que están muy concienciados y en los que es algo habitual llevar protección, fotoprotección, gafas de sol, de todo... Y sin embargo, hay otros, como en la agricultura, la pesca o la construcción, en los que ciertos hábitos saludables [como echarse crema o protector labial] no están bien vistos”, explica la experta.
Si no podemos cubrirnos, hay que usar protector (también labial)
La prevención frente a la radiación ultravioleta pasa, en primer lugar, por que las empresas y los trabajadores sepan a qué se están enfrentando y el riesgo que supone la radiación para su salud. “Necesitamos muchísima concienciación y a nivel laboral mucho más. Cuando una persona entra a trabajar a un sitio, le tienen que proporcionar formación e información. Es de obligatoriedad, según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales”, recuerda Isabel Lara.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) publica diariamente los niveles de radiación ultravioleta (UVI) y hace una previsión para los cuatro días siguientes, “lo que resulta muy útil para evaluar los posibles riesgos y hacer una planificación de los trabajos a la intemperie”, indica Lara, aunque precisa que “las estaciones meteorológicas son de tierra, por lo que hay que tener en cuenta que los valores aumentan si se ven influenciado por el reflejo de la nieve o del mar”.
Los índices UVI establecidos por la OMS van del 0 al 11, como explica la AEMET en esta guía: hay UVI bajo (entre 0 y 2), UVI moderado (entre 3 y 5), UVI con riesgo alto (entre 6 y 7), UVI muy alto (entre 8 y 10) y UVI extremo (superior a 11). “A partir del riesgo moderado, de 3, la OMS ya te dice que debes protegerte, buscar sombras durante las horas centrales del día, protección solar como mínimo de 30, etc. Los niveles peligrosos aparecen a partir del 6 y el nivel 11, que hemos superado en montón de días este verano; es extremadamente alto y la OMS recomienda que evites la actividad al aire libre en las horas centrales, en las que se detectan esos niveles”, explica la especialista del INSST.
La prevención laboral debe adaptarse a los niveles de riesgo, con la posibilidad de reorganizar horarios y zonas de trabajo para evitar la exposición durante las horas más peligrosas. Si el trabajo no se puede realizar a la sombra y la exposición al sol es inevitable, “siempre es preferible cubrirse, con ropa holgada y transpirable, cubrirse la cabeza con gorra o sombreros, etc”, detalla Isabel Lara. Cuando no es posible, en las zonas que queden descubiertas al sol, “hay que aplicar factor de protección solar, también en los labios, con cacaos con protección ultravioleta al igual que las cremas de fotoprotección. Y es muy importante usar gafas de sol, pero de nuevo no vale cualquiera, deben tener filtros ultravioleta”, explica.
La experta señala la importancia de una protección completa, ya que en un estudio del INSST con trabajadores de la pesca quedó acreditado cómo casi ninguno se aplicaba protector labial y en el sector había bastantes casos de “pre cáncer labial, queratosis actínica”, advierte Lara. “Respecto a las gafas de sol, los trabajadores entrevistados que nos decían que utilizaban no verificaban el filtro ultravioleta, con lo cual puede haber una falsa protección, que ellos crean que se están protegiendo, pero que en realidad no lo estén haciendo”. La especialista remite a las campañas de información del INSST, con información tanto para empresas como para trabajadores, y otros organismos como la OMS. “Hay mucha información disponible, pero necesitamos que haya concienciación”, reclama la experta.