En la finca La Birmania, un grupo de jóvenes impulsa la iniciativa “Para una abeja, una flor”, un santuario natural que busca preservar esta especie esencial para los ecosistemas.

En las montañas verdes del corregimiento de Gualmatán , al sur de Pasto, se cultiva algo más que flores y árboles. Allí, en la finca La Birmania , un grupo de jóvenes trabaja con dedicación en un propósito vital: proteger a las abejas , pequeñas aliadas de la vida.

La iniciativa, llamada “Para una abeja, una flor” , promueve la conciencia ambiental y crea condiciones seguras para la preservación de esta especie fundamental para la polinización y el equilibrio de los ecosistemas.

Un trabajo urgente

El líder del proyecto, Carlos Arturo Santander , explica que la propuesta surge ante la preocupación po

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