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Lo que el oficialismo presentó como una caravana para mostrar músculo político en el conurbano bonaerense terminó en un nuevo foco de tensión social y política. La visita del presidente Javier Milei a Lomas de Zamora se vio abruptamente interrumpida por incidentes violentos, cuando un numeroso grupo de personas se acercó al lugar a repudiar la presencia del mandatario, lo que derivó en empujones, insultos y el posterior evacuación de la comitiva presidencial.

Lejos de un acto multitudinario, la actividad oficial tuvo más de simbólica que de masiva. Algunos ya la califican como una "mini caravana" que, en lugar de fortalecer la imagen del Gobierno en un territorio adverso, terminó dejando una postal d

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