Las víctimas indemnizadas sufrieron graves crímenes, como homicidios y desaparición de familiares, secuestros, torturas, violencia sexual, desplazamientos forzados y despojo de tierras. En su mayoría los delitos fueron perpetrados por guerrillas, grupos paramilitares y bandas criminales.

La jornada con más beneficiados se cumplió en Medellín, con 500 víctimas. Martha Jaramillo es una de ellas y llegó al evento con la fotografía de su hermano asesinado por un grupo armado ilegal en 1993.

Tras recibir la carta de dignificación que reconoce la resiliencia y la notificación de su indemnización, se conmovió. Recordó que “en esa época había mucha violencia en los barrios en Medellín y desafortunadamente él fue una de las personas que perdieron la vida».

Aunque reconoce que no hay dinero que “

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