Un sitio web puede ser como una casa recién remodelada: colores frescos, muebles modernos y decoración impecable. Pero si esa casa está en medio de un desierto donde nadie pasa, ¿de qué sirve tanta belleza? Lo mismo sucede con tu página en internet.

Muchos negocios caen en la idea de que “lo importante es que se vea bien”. Y sí, el diseño importa: transmite confianza, profesionalismo y la identidad de tu marca. Pero un diseño bonito, sin estrategia detrás, es como ponerle un letrero espectacular a un lugar al que nadie sabe cómo llegar.

Hoy la realidad es clara: la gente busca todo en Google. Antes de comer en un restaurante, contratar un servicio o elegir dónde invertir, lo primero que hace es teclear en su celular. Si tu sitio no aparece ahí, puedes tener el diseño más innovador, pero

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