La calma del Paseo Buen Retiro, donde decenas de artesanos exponen y venden sus creaciones desde hace más de 13 años, se quebró tras la aprobación de una ordenanza que impone un canon mensual de $10.000 por el uso del espacio público. Este martes 26 de agosto, 105 de los 126 miembros de la Asociación Civil de Artesanos se reunieron con funcionarios municipales, incluido el secretario de Gobierno, Sebastián Chirino, y lo que esperaban como una instancia de diálogo, terminó profundizando el conflicto.
"Ellos no quieren entrar en razón. Iban cerrados, directamente a establecer el canon y a decirnos que esto iba a ser así, una imposición. Que nos calláramos y nos fuéramos", denunció con firmeza Cintia Rodríguez, presidenta de la asociación. Según la dirigente, no hubo margen para el intercamb