La dificultad para lograr un descanso reparador se ha convertido en una preocupación creciente, impulsada por la presencia constante de dispositivos electrónicos y la acumulación de obligaciones diarias.
Frente a este escenario, establecer una rutina nocturna orientada a la relajación emerge como una estrategia eficaz para contrarrestar el estrés y mejorar la calidad del sueño.
Uno de los pilares fundamentales para favorecer el descanso consiste en mantener horarios regulares tanto para acostarse como para levantarse, incluso durante los fines de semana.
Esta regularidad contribuye a sincronizar el reloj biológico , lo que facilita la conciliación del sueño y promueve un descanso más profundo a largo plazo. La constancia en los horarios actúa como una señal para el organismo, in