La catastrófica dana que arrasó la provincia de Valencia y zonas limítrofes a finales de octubre de 2024, provocando 228 muertos, no solo desencadenó una de las peores emergencias climáticas en la historia reciente de España, sino que también precipitó una crisis de desinformación paralela de una magnitud, sofisticación y virulencia sin precedentes. Esta tormenta digital de falsedades operó como un factor multiplicador del daño, erosionando la confianza ciudadana, obstaculizando la respuesta institucional y explotando el dolor colectivo con fines ideológicos. Lejos de ser meros errores o malentendidos, los bulos identificados respondieron a patrones de desorden informativo deliberados, amplificados por la arquitectura de las redes sociales y la creciente deslegitimación de las institucione
La tormenta de bulos durante la dana agravó la respuesta para las Emergencias

122