La mediana edad trae consigo señales que el cuerpo no deja pasar por alto: rigidez en las caderas, crujidos en las articulaciones o dolores persistentes en la espalda son molestias frecuentes a partir de los 40 años.
Estas manifestaciones suelen asociarse al desgaste natural, pero especialistas advirtieron que es posible retrasar su aparición con rutinas específicas que refuercen la movilidad y la fuerza .
El movimiento cotidiano y actividades como caminar resultan fundamentales, pero distintos expertos coincidieron en que añadir ejercicios sencillos y bien ejecutados otorga beneficios adicionales.
“Nuestras articulaciones están rodeadas de numerosos músculos que ayudan a mantenerlas sanas” , explicó el profesor Alister Hart , cirujano ortopédico de cadera del Royal N